(Por Jorge Tipe)
Hace unos días, se generó en Facebook una discusión acerca de un problema matemático. Pudiera mencionar el problema y seguir hablando de él, pero resulta que ya lo borraron (justamente es una de las cosas que hablaré en esta publicación) y en realidad al escribir esto no me quiero centrar en el problema. Creo que lo mejor es sacar algunas lecciones y las dejaré acá en el blog para que después, alumnos y profesores interesados puedan acceder, ya que en el Facebook «se pierde». Ciertamente varias de mis opiniones se pueden extender fuera de Facebook, pero creo que en Facebook al ser «menos personal» (o sea, haces cosas que de repente no las harías si tuvieras a la persona en frente) origina que algunas situaciones se vayan al extremo.
(1) Acerca del nombre y reputación que parecen imperar en Facebook. Creo que en una discusión deben imperar los argumentos, no la fama, quién eres o quién crees ser. Cualquiera se puede equivocar y cualquiera puede hacer notar un error. Un error es un error sin importar quién te lo diga. En Facebook he visto diferentes situaciones al respecto. Por ejemplo, minimizar a un alumno de 16 años y no considerar sus argumentos porque «no tiene autoridad» o «aún le falta aprender para opinar» (resultó que ese alumno era un olímpico de matemática y después pidieron disculpas…¿y si no era olímpico?). Por otro lado, impera mucho la idea de que hay algunas personas a las que no se puede cuestionar y en cambio hay que aceptar todo lo que dicen y hacen como si fuera ley. Por ejemplo, he visto muchas veces grupos en los que tal persona sube un problema aparentemente difícil y como nadie lo resuelve, luego sube «la solución» y resulta que tanto el problema y la solución son incorrectas, en tal caso suele recibir halagos por la solución del problema difícil que nadie pudo resolver. Son pocos los que se atreven a cuestionar en tal caso, y si lo haces, eres el resentido o quien no reconoce el talento. Es como que si una persona fuera «alguien», por haber conseguido algo, trabajar en tal lugar, publicar un libro, etc y esto ya fuera suficiente para tener la categoría de incuestionable y creo que eso no debe ser así. El mensaje que quisiera dejar en este punto es: Uno debe cuestionar y dejar que te cuestionen, sin importar quién lo hace, y en vez de centrarnos en quién es, ver y analizar los argumentos. Por supuesto, siempre con respeto. Por cierto, de eso se trata la matemática: cuestionarse, plantear problemas, resolver problemas y a veces, encontrar errores.
(2) Reconocer errores y reconocer que tus alumnos te pueden superar. Este punto está dirigido a profesores, principalmente. Yo he sido profesor de matemática por varios años y ciertamente he tenido alumnos muy buenos a lo largo de ese tiempo (decir muy buenos creo que es poco). Uno trata de no equivocarse, pero la realidad es que me he equivocado muchas veces. No saben cuántas veces un alumno me dijo «Profesor, en este paso no puede hacer eso…» Algunas veces lo pude superar rápidamente, en otras me demoré y en otras simplemente no lo pude arreglar. Pero saben, yo no renegaba de esos momentos o daba una excusa para salir de la situación, pensaba en cómo superar matemáticamente esa situación. Digo esto porque hay muchos profesores que piensan diferente, creen que no se pueden equivocar y ni siquiera dan la oportunidad a que un alumno le haga notar un error. Una anécdota: En la universidad una vez reclamé porque el profesor me había puesto 0 en un problema (no había seguido su forma de resolver el problema), después de conversar me puso algunos puntos más, pero no todos porque ya «tenía mucha nota en el examen». Aquí viene otro punto, ¿no han tenido un profesor que dice que los alumnos no pueden obtener el puntaje máximo en un examen porque este puntaje está solo asignado para el profesor? Creo que un profesor debe estar preparado para que te superen, es más, debe ser una meta: que tus alumnos sean mejores que tú. Ciertamente, un alumno al continuar sus estudios te puede superar, pero creo que incluso debes estar preparado para que te superen mientras sean tus alumnos. A mí me ha pasado, he tenido alumnos que han sido mucho mejores que yo en algunos temas y me alegro de eso.
(3) Las particularidades de Facebook y malas actitudes. Como mencioné al inicio, el hecho de que no tengas a la persona en frente (o que escribas anónimamente) hace que te comportes diferente a como lo harías «en persona». Lamentablemente, algunas características de Facebook son mal aprovechadas por algunos. Me parece de muy mal gusto y falta de ética, que ante una discusión en Facebook se opte por borrar comentarios cuando se quedan sin argumentos o peor aún que te bloqueen para que ya no respondas. Creo que si ante alguien que insulta, comenta algo fuera de lugar, acusa sin argumentos o simplemente está molestando (los conocidos como «troll») se puede optar por borrar o bloquearlo, pero ante falta de argumentos uno no puede hacer eso. Es mi opinión, pero varios piensan diferente, de todas maneras les animo a que tengan más tolerancia. En la discusión que hablé al inicio, hubo muchos comentarios borrados y bloqueos (lo que hacía que a veces no se entendiera la discusión) y finalmente borraron toda la publicación. Esto no es un caso aislado, me ha pasado muchas veces que me borran comentarios como primera alternativa, en vez de discutir o simplemente reconocer el error.
Una buena idea que copiaré de Israel Díaz es publicar o discutir cosas desde tu propio muro de Facebook, en vez de meterte en discusiones en las que pueden llegar los insultos, habrá personas que si lo desean miren tu publicación. Así te ahorras que te borren los comentarios que quieran o que te bloqueen a su conveniencia (y hablen a tus espaldas sin que puedas replicar).
(4) Calificativos e insultos. Es obvio que está mal insultar, poner calificativos fuera de lugar o ser despectivo en cualquier instancia, peor aún cuando se usan éstos como respuesta o ante la falta de argumentos. Lamento sinceramente que tenga que hablar de esta situación, pero esto de los calificativos se da mucho en profesores y esto para mi es una pena y me da vergüenza ajena que se llegue a esto. Por publicar libros y no darlos gratis me han dicho «mercantilista de la educación», por mantener mi posición en una discusión matemática me han dicho «absolutista del conocimiento» por que según esta persona «me creo dueño de la verdad», por hacer notar errores en un problema me han dicho «divo» porque según esta persona me creo ser superior a los demás. Lo peor es que todo esto me lo han dicho profesores…me pregunto si me dirían todo esto en persona, no lo digo porque quiero pelear, si no porque en realidad me pregunto si ellos hablan así fuera del Facebook, ¿alguna vez en su vida le habrán dicho algo así a alguien frente a frente?
(5) Formas en que uno puede aportar a mejorar la educación matemática en el Perú. Me tomó algunos años darme cuenta que una meta personal es mejorar la educación matemática en el Perú. Creo que al inicio no lo tenía claro, fue una idea que se fue consolidando poco, al viajar a varias ciudades del Perú y extranjero, conocer personas y ver distintas realidades. Desde hace unos años ya tengo clara esa meta y desde entonces he tratado de conseguir esa meta de diversas formas. Me he desempeñado en diversos roles: estar involucrado en la publicación de más de 20 libros, elaborar y seleccionar problemas para diversos exámenes selectivos, olimpiadas nacionales e internacionales, organizador de varios concursos y olimpiadas, responsable de que el Perú participe en varias concursos y olimpiadas por primera vez, entrenador de muchas generaciones de olímpicos peruanos, organizador y capacitador en diferentes talleres para profesores, etc. Creo que estos son varios ejemplos concretos en los que creo que he aportado de alguna forma, pero no es necesario hacer algo notorio como un libro para aportar. A veces una conversación o un comentario en Facebook puede aportar a que alguien se dé cuenta de un error y que así mejore. Eso he tratado de hacer en Facebook desde hace un tiempo, aparte de las cosas que suelo hacer, cuando veo que un problema no se entiende o alguien comete un error, pues pido la aclaración o hago la corrección. Siempre lo hago con respeto, pero es natural que a varios les caiga mal lo que les digo. Quisiera comentarles por qué hago esto: lo que pasa es que en el Perú hay muchos libros y materiales de preparación que tienen errores (tanto en la teoría como en la solución de los problemas) que se han mantenido a lo largo de los años, y que actualmente algunos profesores siguen enseñando así con los mismos errores y a consecuencia de eso, se siguen publicando libros con errores. Creo que es bueno y saludable que cuando uno tenga la duda trate de absolverla y si uno ve un error, que lo mencione y así el error no se propague. No nos debemos acostumbrar a convivir con los errores, los errores no deben ser una tradición que se pase de una generación a la siguiente.
Luego de varias cosas que hecho ya estoy acostumbrado a recibir críticas, creo que es normal recibir críticas cuando alguien hace algo nuevo (aunque algunas me han parecido exageradas y hasta ridículas). Por otro lado, con respecto a las veces en que he corregido errores, entiendo que a alguno no le guste aceptar que cometió un error, pero suelen tomarlo personal y piensan que lo hago solo por molestar. Me suelen decir que debo hacer críticas constructivas, es decir, piensan que hacer notar un error es una crítica destructiva cuando no es así. Discrepo aquí con algunos comentarios recientes que dicen esto: «No solo debes hacer notar el error si no arreglarlo y presentar la solución correcta». En parte tienen razón, lo ideal es que uno lo arregle pero a veces no sucede así. La matemática también se desarrolla de esta forma: A veces encontrar un error es algo importante, incluso sin saber lo que viene después. Esto sucedió en estos días, me criticaron por mencionar el error y no dar la solución del problema. Reconozco que me centré en mencionar el error, pero creo que no es correcto que te digan: «Muestra tu solución para creerte» ya que son cosas diferentes. Una cosa es que encuentres un error en una solución A y otra que presentes la solución B.
Así que, en resumen, me parece bueno y provechoso que si uno tiene una duda o si ve un error, pues mencionarlo sin temor y así estará aportando a mejorar las cosas. Si cometiste un error, no hay problema, todos los cometemos y no lo tomes como una ofensa personal. Dicen que de los errores se aprende.
Espero ayudar con un granito de arena al escribir este artículo. ¡Que les vaya bien!
Olimpiadas Matemáticas en el Perú 